Definición.
El aparato de Mowrer o Pipistop está basado en diferentes experimentos
llevados a cabo por Mowrer y Mowrer (1938). El modelo de aparato que utilizamos
nosotros es básicamente igual pero, obviamente, modernizado por los aportes
de la electrónica moderna.
El aparato es una cajita de plástico de reducidas dimensiones que va
cogido en el pecho con un imperdible. Está dotado de un zumbador, un
interruptor y sensor de humedad colocado en la parte extrema de un hilo eléctrico
de un metro de largo. El sensor de humedad mide 13X31 Mm. y se introduce en
un salva-slip pegado al calzoncillo o a las bragas lo más próximo
posible al pene o vulva. De esta manera, inmediatamente que el usuario empieza
o orinar, se humedece el sensor y suena el zumbador sin existir apenas demora
entre el comienzo de la micción y la puesta en marcha del zumbador. Esto
hace que el niño se despierte inmediatamente. Dos o tres gotitas de orina
son suficientes para conseguir activar el zumbador y que el usuario interrumpa
la micción y se despierte. La consecución de unos cuantos ensayos
adecuados son suficientes para que el niño deje de orinarse.
Tratamiento: Antes de comenzar el tratamiento con el Pipistop hay que
descartar una enfermedad orgánica. Es necesaria una valoración
médica para descartar las diversas formas no funcionales u orgánicas
de la enuresis. Las manifestaciones orgánicas están relacionadas
con patología genitourinaria: estructural, neurológica e infecciosa,
como uropatía obstructiva, espina bífida y cistitis. Otros trastornos
orgánicos que pueden cursar con poliuria y enuresis son: diabetes mellitus,
diabetes insípida, trastornos de conciencia y del sueño y sonambulismo.
El Pipistop está basado en el aprendizaje mediante el condicionamiento,
siendo este tipo de tratamiento el más eficaz de los utilizados. Se trata
de un aparato provisto de una alarma sonora y de un sensor. Cuando el niño
"moja" el sensor con las primeras gotitas, se activa el zumbador y
lo despierta, teniendo que levantarse a acabar de orinar en el aseo. Esto constituye
un aprendizaje que conduce a que el niño controle la micción.
Eficacia: la eficacia terapéutica es muy elevada, alcanzándose
un porcentaje de éxitos de un 80-90%.
Usuarios: niños preferiblemente mayores de 5 años. Siempre,
que quieran ellos dejar de orinarse.
Duración: el tratamiento dura, en la mayoría de los casos,
entre 4 y 12 semanas.
Utilización: el usuario se pone el Pipi-Stop para dormir. Cuando
"moja", las primeras gotitas activan el zumbador y se despierta, teniendo
que levantarse a acabar de orinar en el aseo.
Seguridad: el Pipistop ofrece una altísima seguridad, ya que
el sensor, mientras no suena el zumbador, no conduce electricidad ninguna, y
mientras suena, el sensor conduce únicamente del orden de microamperios
y sólo durante un segundo.
Alimentación: una pila de 12 voltios modelo 23A, tipo mando a
distancia de los garajes.
Características técnicas:
Caja dimensiones 5 x 3 x 2 cm.
Peso 36 gramos con pila.
Alimentación con pila 12v Mod.23A
Consumo sin sonido = 0 mA.
En intermitencia = 10 mA.
En continuo = 20 mA.
Protección cambio de polaridad
Ventajas del Pipi-Stop:
Permite que el usuario se mueva con total comodidad.
Poco peso: 36 g. con pila.
Poco volumen (5 x 3 x 2 cm.).
Es muy práctico y cómodo.
Está provisto de dos sonidos: uno continuo y potente y otro intermitente
y menos potente.
Gran durabilidad.
Evita la utilización de pañales. El Pipistop hace de avisador
y en caso de orinarse, el usuario sólo "mojará" unas
gotitas en el salva-slip, sin llegar a mojar las sábanas.
Permite que el usuario beba la cantidad de agua que quiera y a la hora que quiera.
Ventajas del sensor
Se ajusta a todos los usuarios.
Es pequeño, cómodo e higiénico.
Unas pequeñas gotitas son suficientes para que suene el zumbador y despierte
al usuario.
Es recambiable.
Se utiliza con un salva-slip. El usuario gastará su propio pijama y calzoncillos
o bragas, sin tener que ponerse ninguna prenda incómoda ni extraña.