Prevención de enfermedades oculares: Las vitaminas
Prevención de Enfermedades Oculares: las Vitaminas
Introducción
Las vitaminas son sustancias
vitales. El cuerpo humano solamente es capaz de producir una mínima
parte de ellas. Una pequeña cantidad de algunas vitaminas son
producidas por las bacterias intestinales y son aprovechadas por
el cuerpo, aunque para la mayoría de las vitaminas el organismo
humano depende del suministro de alimentos. Las vitaminas son
sustancias orgánicas, a menudo componentes de las enzimas, los
biocatalizadores del cuerpo. Hasta el día de hoy se han identificado
13 vitaminas.
Hoy en día se sabe que las
vitaminas no constituyen una categoría homogénea de sustancias,
sino que presentan bastantes diferencias en cuanto a su composición
química. Cumplen una gran cantidad de funciones diferentes y participan,
entre otros, en la coagulación sanguínea, las funciones nerviosas,
el crecimiento, la procreación, la defensa contra infecciones,
la digestión y la función ocular.
Se pueden dar síntomas carenciales
en caso de una alimentación incompleta, por ejemplo, y cuando
se produce un aumento de la demanda. La necesidad de vitaminas
aumenta en caso de carga física y psíquica, en adolescentes en
fase de crecimiento y en mujeres embarazadas y lactantes, así
como en la tercera edad.
Estrés Oxidante en el Ojo
La retina del ojo es una estructura fotosensible
recipiente de luz, que se caracteriza por su alta actividad metabólica.
Bajo estas condiciones (luz, alta actividad metabólica) se crean
radicales libres.
Los radicales libres son productos intermedios
nocivos que tienen un efecto muy violento y destructivo. Aparte
de las sustancias nocivas que se dan dentro del organismo de forma
natural, también hay sustancias del medio ambiente, como el humo
de tabaco, el sol (la luz ultravioleta) u otros tipos de radiación,
que pueden formar radicales libres. Se trata de compuestos que carecen
de un electrón en su estructura molecular, lo cual les confiere
una gran potencia destructiva de oxidación.
Existe una teoría que afirma que los radicales
libres participan en la génesis de ciertas patologías oculares.
Por esta razón muchos oftalmólogos recomiendan cada vez más, sobre
todo a personas mayores, la administración de complementos alimenticios
que contengan vitaminas, carotenoides y minerales seleccionados
(especialmente el cinc) para la protección de sus funciones oculares.
Protección contra el Estrés Oxidante:
Vitaminas (Antioxidantes)
Los captadores de radicales (antioxidantes)
hacen inofensivos a los radicales. El propio cuerpo posee también
de manera natural sustancias reparadoras (enzimas reparadoras) que
atrapan los radicales libres. Las vitaminas A, C, E y el betacaroteno
tienen un efecto antioxidante. De este modo, por ejemplo,
el ácido ascórbico (vitamina C) cuenta con dos electrones libres
que pueden ser captados por los radicales. Mientras que la vitamina
C es efectiva en entornos acuosos, p.ej., en el humor acuoso del
ojo, la vitamina E despliega su potencia sobre todo en tejidos grasos
como células nerviosas y tejidos conjuntivos. El número y
la eficacia de las enzimas reparadoras decrecen sin embargo a lo
largo de la vida. Sin esa función protectora la célula se ve dañada.
Últimamente aumentan los indicios que apuntan
al hecho de que los antioxidantes juegan un papel importante en
la formación de cataratas ( opacificación del cristalino ) y patologías
maculares ( cambios degenerativos del área central de la retina
), así como en la aparición de problemas por ojos secos.
Vitaminas en el Ojo
En la mayoría de los casos la falta de vitaminas
no puede ser detectada directamente. Los síntomas carenciales
de vitaminas, también en la retina, presentan un desarrollo lento,
por lo cual al principio no se dan apenas signos de alarma espectaculares.
Vitaminas y Principios Activos
|
Se encuentran en
|
Su carencia puede contribuir a las siguientes
patologías oculares
|
vitamina A y vitamina-A- básica
|
- hígado, mantequilla, yema de huevo, leche, queso
- todos los productos vegetales: zanahorias, tomates y albaricoques
(entre otros) |
ceguera nocturna, sequedad ocular, en casos extremos
de síntomas carenciales se puede llegar hasta la ceguera, degeneración
macular debida a la edad |
vitamina C |
casis, kiwi, limón, mandarina, pimiento, espino
falso |
degeneración macular debida a la edad / cataratas |
vitamina E |
aceite integral de trigo, aceite de girasol, productos
de soja, cereales, frutos secos |
cataratas |
Carotinoides: luteína y ceaxantina |
col verde, espinaca, brécol, lechuga, guisantes,
coliflor, maíz, col rizada |
degeneración macular debida a la edad |
selenio |
gérmenes de trigo, levadura de cerveza, cebollas,
tomates, brécol |
cataratas |
cinc |
gérmenes de trigo, levadura de cerveza |
degeneración macular debida a la edad / cataratas
|
manganeso |
té negro, productos integrales, frutos secos |
cataratas |
cobre |
frutos secos, hígado, ostras |
cataratas |
La vitamina A se encuentra en
la púrpura visual fotosensible dentro de las células fotosensibles
en la retina, los conos y los bastoncillos. Sin la vitamina A no
podemos ver los colores ni distinguir entre la luz y la oscuridad.
En estados carenciales la púrpura visual no se puede regenerar.
La vitamina C se encuentra
en una concentración relativamente alta en el humor acuoso del ojo;
tiene un efecto antioxidante y actúa de captador de radicales. La
vitamina C, entre otras cosas, protege el cristalino de procesos
oxidantes que pueden llevar a la opacificación. Además, la vitamina
C posee cualidades inhibidoras de infecciones. En las patologías
diabéticas del ojo juega un papel especial, ya que en estos casos
la necesidad de vitamina C de los pacientes aumenta en un 50%. La
vitamina C potencia el efecto de la vitamina E, debido a lo cual
en la mayoría de los casos ambas vitaminas se usan en combinación.
La vitamina E protege como antioxidante
liposoluble de la oxidación, actuando principalmente sobre los ácidos
grasos de las membranas celulares (tanto en el ojo como en las restantes
células corporales). Esa vitamina se encuentra en una concentración
elevada en la retina.
La luteína y la ceaxantina son
carotinoides que el cuerpo mismo no produce. Se encuentran sobre
todo en el centro de la retina, en el punto de la máxima agudeza
visual. Estas sustancias complementan la función de los bastones
y los conos.
El selenio, manganeso, cobre y cinc
son componentes esenciales de las enzimas con efecto antioxidante,
o bien participan en su síntesis y por tanto ayudan igualmente a
combatir los radicales libres.
Complementos Alimenticios
Con el fin de garantizar una alimentación
óptima del ojo, el organismo humano debe recibir a diario vitaminas,
minerales y nutrientes. Por desgracia los hábitos alimenticios erróneos,
el estrés y la agitación de la vida moderna hacen que hoy en día
eso apenas sea posible. Las personas mayores presentan sobre todo
una mayor necesidad de vitaminas y nutrientes, y deberían comer
más fruta y verdura fresca para mantener sanos su cuerpo y sus ojos.
Si no es posible suministrar al cuerpo todos los nutrientes a través
de la alimentación, se puede recurrir a la administración de sustancias
suplementarias, cuyos efectos saludables han sido sugeridos por
varios estudios a nivel mundial.
No cabe, sin embargo, esperar milagros
de los complementos alimenticios, ya que por sí mismos no pueden
curar enfermedades, pero sí pueden ser de utilidad en su prevención.
Aparte de vitaminas (en la mayoría
de los casos las vitaminas A, C y E), los complementos alimenticios
que han sido desarrollados especialmente para el ojo contienen
diferentes minerales, carotinoides y oligoelementos (este tratamiento
se denomina también "terapia ortomolecular"). Debido a la amplia
gama de los principios activos contenidos, esos productos son
más eficaces que los preparados vitamínicos puros. Las vitaminas
contenidas en el complemento por un lado remedian una posible
carencia vitamínica y ayudan de ese modo en la prevención de
patologías oculares como las cataratas (vitamina C), la degeneración
de mácula (vitamina E) o el ojo seco (vitamina A), y, por otro
lado, tienen un efecto antioxidante, el cual, sin embargo, no
se hace notar hasta que se aplican dosis más altas. |
Las vitaminas en complementos alimenticios
para el ojo pueden, por tanto, presentar dosis más altas que la
cantidad diaria necesitada en teoría.
Las diferencias de los diferentes productos disponibles radican
en el tipo, la cantidad y el número de principios activos.
Aparte del consumo de complementos alimenticios,
para conservar hasta una edad avanzada el bienestar corporal y una
buena capacidad visual y de lectura se recomienda alimentarse correctamente
y realizar una actividad física adecuada, así como evitar la exposición
de los ojos a la radiación solar usando gafas de sol de alta calidad
con filtro UV.
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