Anemias nutricionales
Diagnóstico
Las anemias por ingestión inadecuada de hierro,
proteínas, ciertas vitaminas (B12, ácido fólico,
piridoxina y ácido ascórbico), cobre y otros metales
pesados suelen denominarse nutricionales. Las más comunes
se deben a deficiencia de hierro o ácido fólico
1. Anemias ferropénicas
En este grupo se incluye un número de anemias
crónicas que se caracterizan por eritocitos pequeños
y pálidos. El factor causal es la depleción de los
depósitos de hierro por una discrepancia entre los requerimientos
y la ingesta.
En adultos, la pérdida crónica de sangre es la causa
más frecuente de anemia ferropénica; ésta puede
ser fisiológica, por ejemplo, la menstruación o los
embarazos múltiples, o patológica como las pérdidas
gastrointestinales por ulceraciones, parásitos o neoplasias.
Las alteraciones del tracto gastrointestinal como la aclorhidria
o la diarrea crónica, pueden también producir anemia
ferropénica por una alteración en el mecanismo de
absorción del hierro. Así mismo, durante el embarazo
existe un cierto grado de anemia hipocrómica causado por
una aumento de la demanda por parte el feto acompañado de
un incremento del vólumen sanguíneo circulatorio.
Los niños, a menudo, presentan anemia ferropénica
en los periodos de rápido desarrollo por un aumento de las
demandas debido al constante crecimiento de los tejidos
La anemia ferropénica por deficiencia nutricional pura puede
observarse en niños y adultos que siguen una dieta exclusivamente
láctea, con rechazo de otro tipo de alimentos ricos en hierro.
1.1. Sintomatología
Los síntomas de la anemia ferropénica
son similares a los de los otros tipos de anemias. Existe debilidad,
cansancio, palidez, disnea de esfuerzo, síntomas vagos gastrointestinales
e incluso malabsorción. El comienzo suele ser insidioso.
La piel, las mucosas y las uñas están pálidas
por la disminución de la hemoglobina circulante. Si la anemia
es de larga duración puede encontrarse la atrofia de las
papilas linguales.
Habitualmente se busca una deficiencia de hierro en presencia de
anemia, aunque la evidencia de los depósitos disminuidos
sea previa a la anemia. El mejor índice de screeninges la
ferritinemia, ya que la única causa de su disminución
es el déficit de hierro
Determinaciones habituales:
Hemoglobina: La hemoglobina contiene el 65% del hierro corporal
total, un 45 % se encuentra en la mioglobina, un 10% en enzimas
que contienen hierro no hémico y un 30% en depósito
(ferririna, hemosiderina). Unicamente en pequeñas cantidades
se encuentra en forma circulante (trransferrina).
Ferritina: La ferritina constituye la principal forma de depósito
del hierro en el hígado, bazo y médula ósea.
La procedencia de la ferritina sérica es desconocida, pero
parece que proviene del sistema reticuloendotelial. Los niveles
séricos de ferritina son proporcionales al hierro medular
e inversamente proporcionales a la transferrina. En el hombre adulto
una ferritinemia por debajo de 12-15 ng/mL se asocia a deficiencia
de hierro y depósitos disminuidos, lo mismo ocurre en la
mujer por debajo de 10 ng/mL.
Hierro sérico y capacidad de fijación
de hierro: El hierro sérico se encuentra ampliamente únido
a la transferrina a razón de dos moléculas de hierro
por molécula de proteína. El coeficiente de variación
del hierro sérico a lo largo del día es del 30 %.
Las cifras matinales son un 30 % superiores a las vespertinas y
los niveles disminuyen así mismo antes del ciclo menstrual.
La concentración sérica de hierro es de 150-250 }
ug/dL oscilando los niveles normales en adultos entre 60 y 200 ug/dL,
con cifras ligeramente superiores en hombres que en mujeres.
Transferrina: La transferrina procede de la síntesis hepática
y tiene una vida media plasmática de 8 días. Su coeficiente
de variación es del 8 % . Los niveles medios para el hombre
son de 350 ± 50 pg/dL y para la mujer de 380 ± 70
n íg/dL. La mayor parte del hierro no incorporado a la hemoglobina
va unido a la transferrina.
1.3. Tratamiento
El tratamiento principal de la anemia ferropénica
es la administración oral de hierro inorgánico en
forma ferrosa. Se dispone de hierro oral en
una amplia gama de preparados comerciales en forma de sulfato ferroso,
lactato, fumarato, gluconato y gluramato.
La cantidad absorbida no se halla linealmente relacionada con la
cantidad ingerida, la forma ferrosa es más absorbible que
la forma férrica, y la existencia de ácido ascórbico
aumenta la absorción de hierro por conservarlo en estado
reducido.
La aparición de efectos secundarios con los preparados de
hierro limira la cantidad administrable. Es frecuente encontrar
efectos adversos gastrointestinales como náuseas, estreñimiento,
distensión epigástrica o diarreas. Los preparados
que liberan lentamente el hierro reducen la frecuencia de efectos
gastrointestinales. Se aconseja la vía oral en prácticamente
todas las ocasiones, pero puede urilizarse la administración
parenreral de hierro en forma dextrán.
Duración del tratamiento:
En el transcurso de dos o tres días se observa un aumento
de la rericulocirosis. Los valores de hemoglobina comienzan a aumentar
en 4 días. El tratamiento debe mantenerse durante varios
meses con el fin de reponer las reservas corporales.
Dosis:
La dosis diaria de hierro para adultos se encuentra entre 50 y 200
mg y la dosis para niños es de 6 mg/Kg/día.
1.4. Tratamiento dietético
Contienen hierro alimentario una gran variedad de
frutos secos y semillas, así como la carne roja y la yema
de huevo. Son pobres en hierro los productos lácteos, las
patatas y la fruta fresca. El contenido en las plantas varía
en función de las condiciones de crecimiento. El hierro vegetal
se absorbe con más dificultad que el hierro de procedencia
animal. Para prevenir o corregir la deficiencia de este elemento,
su biodisponibilidad en los alimentos tiene mayor importancia que
el hierro total de la dieta.
1.5. Biodisponibilidad del hierro en la dieta
Varios factores influyen en la biodisponibilidad
del hierro en la dieta. El índice de absorción depende
del estado de los depósitos de la persona; cuanto más
disminuidos se encuentren los depósi tos más se absorberá
el hierro . La absorción también depende de la forma
en que existe en la dieta. El hierro hemo (carne, pescado y aves)
se absorbe mejor que el hierro no hemo (granos, vegetales y frutas).
El hierro hemo se absorbe entre un 15 - 35 % según el valor
de los depósitos en el cuerpo. El hierro no hemo se absorbe
entre un 3 y un 8 % según el número de factores que
aumentan su absorción en la carne, pescado y aves, y de la
presencia de ácido ascórbico que actúa como
factor estimulante de la absorción del hierro no hemo.
2. Anemia por carencia de ácido fólico
Este tipo de anemia se presenta en el esprué
tropical, en algunas embarazadas y en lactantes que nacen de madres
con deficiencia. La causa mas frecuente son las dietas inadecuadas
(alcoholismo crónico), la absorción y la utilización
defectuosas del ácido fólico (anticonceptivos orales,
anticonvulsivos, diálisis, enfermedades hepáticas...)
y el aumento de los requerimientos por el crecimiento.
Los depósitos normales de folato se agotan en el transcurso
de dos a cuatro meses por una dieta deficiente de este elemento.
La carencia de ácido fólico origina la aparición
de una ánemia megaloblástica (similar a la producida
por déficit de vitamina B12) con eritrocitos grandes e inmaduros.
Los síntomas acompañantes son de fatiga, disnea, glosodinia,
diarrea, irritabilidad, anorexia, glositis, etc.).
El tratamiento adecuado consiste en restituir los depósitos
de folaros. Se recomienda 1 mg de folato oral diario durante dos
o tres semanas. Los depósitos de vitamina B12 deben de ser
evaluados antes de la administración de folatos.
3. Anemia por carencia de vitamina B12
Se trata de una anemia megaloblásrica macrocírica
denominada también anemia perniciosa. La carencía
de vitamina B 12 es secundaria a la falta de factor intrínseco,
una proteína del jugo gástrico necesaria para su absorción.
Rara vez se encuentra un déficit de vitamina B12 de origen
exclusivamente dietético.
Entre las enfermedades que pueden afectar la presencia de factor
intrínseco se encuentran procesos digestivos
como la aclorhidria, gastrectomías, enfermedades crónicas
del páncreas, enfermedades que afectan al íleo, etc.
Los síntomas repercuten en el tubo digestivo y en el sistema
nervioso central y periférico. Pueden aparecer hormigueos
en manos y pies, falta de memoria y parestesias, disminución
del apetito y cansancio.
El diagnóstico se realiza mediante la prueba de Schilling,
en la que se administra una dosis oral de B12 radiactiva y se mide
la eliminación urinaria. Posteriormente se añade factor
intrínseco comprobando el aumento de absorción y eliminación.
El tratamiento consiste en inyecciones intramusculares
o subcutáneas de 50 mg al día de vitamina B12 durante
dos semanas seguidas de 100 mg al mes.
ASPECTOS NUTRICIONALES
Anemia ferropénica:
Situaciones de mayor riesgo: etapas de crecimiento
y desarrollo, embarazadas, pérdidas hemorrágicas,
málabsorción y vegetarianos estrictos.
- El déficit de hierro suele ir asociado a carencias de vitaminas
y otros minerales (ácido fólico y zinc en y embarazadas).
El hierro de origen vegetal o hierro no hemo se absorbe peor que
el de origen animal.
Favorecen su absorción: vitamina C, fructosa. ácido
cítrico, proteínas (sobre todo los aminoácidos.
(histidina, cistina, metionina).
Disminuven la absorción: ácido oxálico (espinacas),
taninos (café, té). fitatos (fibra de envolturas del
grano de cereales), carbonatos, fosfatos, la carencia de ciertas
vitaminas, el exceso de cobalto, zinc y cadmio. manganeso, plomo
(elementos divalentes), que compiten con los mecanismos de transporte
del hierro, el déficit de cobre y la insuficiencia de proteínas.
Anemia por carencia de ácido fólico:
Son situaciones de riesgo el embarazo y el consumo de dietas desequilibradas
en las que faltan frutas y verduras.
·Anemia por carencia de B12:
La falta de esta vitamina se asocia a una alimentación vegetariana
dietas pobres en proteínas animales, con riesgos aumentados
a medida que se hace más estricta, y a niveles sanguíneos
bajos en folatos.
- Los vegetarianos estrictos tienen más riesgo
de presentar anemias porque:
- La vitamina B12 se encuentra casi exclusivamente
en alimentos de origen animal.
- El hierro no hemo tiene un coeficiente de absorción menor
que el hierro hemo.
- Las proteínas vegetales deben estar correctamente combinadas
para conseguir que. en su conjunto. tengan un valor equiparable
a las de carnes, pescados o huevos.
· Habitualmente el déficit de ácido
fólico aparece en personas que han perdido peso de forma
significariva mientras que la deficiencia de vitamina B12 es más
frecuente en personas con normo o sobrepeso.
Guia para la confección de un menu.
· Tomar dos veces por semana legumbres con
patatas o arroz, y pimiento, para mejorar la calidad de la proteína
y aumentar la absorción de hierro y vitamina C del pimiento.
· Las verduras más recomendadas son:
acelgas, espinacas y habas frescas poco cocinadas, y endibia y escaroL
en ensalada.
· Segundos platos, proteicos, consumir:
- 2 raciones diarias de carne, huevo o pescado.
- 3 veces al mes como mínimo hígado (muy rico en hierro
hemo).
· Postres: fruta, preferentemente cítricos
(vitamina C) y/o lácteos (mejoran la absorción de
ácido fólico).
· Los cereales integrales tienen más
hierro, vitamina B12 y ácido fólico que los refinados,
pero su conteníio en fitaros hace que se utilicen peor. No
abusar de ellos.
· El alcohol disminuye la absorción
de ácido fólico. La anemia perniciosa es frecuente
en alcohólicos crónicos. Se aconseja no ingerirlo.
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos
GuillermoGarcía De Tiedra
Farmacéutico Comunitario.
3-diciembre-2001
Bibliogrtafía: Nutrición aplicada y Dietoterapia.
Ed Eunsa.
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