Labios agrietados.

La peculiaridad más características de los labios es, que, al no poseer melanina (pigmento que le da color a la piel y la protege de los rayos del sol) son propensos a agrietarse y romperse mucho más fácil que la piel del resto del cuerpo. Así, los últimos avances en dermatología labial recomiendan usar cacaos con factores hidratantes y protección solar a la vez. El simple hecho de mojarse los labios con la lengua y mordisquear o arrancar las pequeñas pieles que poco a poco se descaman contribuye definitivamente a agrietarlos.

Tratamiento:

Tanto en verano como en invierno, lo ideal es usar protectores labiales que filtren los rayos UVA y también lápices labiales con una protección FPS (Factor de Protección Solar) 8 o mayor aún; esto combinado con una crema hidratante, aplicada por la mañana, y a lo largo del día un bálsamo labial. Existen cremas de labios que los suavizan inmediatamente, combaten las arrugas y facilitan la permanencia del lápiz labial. Conviene secarse siempre los labios después de beber, y aplicarse inmediatamente el bálsamo. En el caso de labios tan cortados que incluso sangran, es preferible evitar durante algunos días el lápiz labial. Ni siquiera los más nuevos son lo suficientemente hidratantes como para combatir este problema en su fase más prominente.

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