Cuidado y recuperación del suelo pélvico
¿Que entendemos por suelo pélvico?
Conocemos como suelo pélvico al grupo de músculos
(perineo) limitados por las nalgas, los muslos y la pelvis, que
proporcionan el sostén a toda la parte baja del abdomen (vejiga
de la orina, útero o matriz e intestino inferior).
Causas que debilitan los músculos del
suelo pélvico
La ejercitación de estos músculos no se realiza de
manera espontánea, aunque se mantenga una excelente condición
física con la práctica habitual de deportes. Existen
varias causas y factores de riesgo que inciden o agravan su deterioro,
aunque la mayoría de ellos son prevenibles y su adecuado
conocimiento contribuiría a evitarlos.
1. Embarazo y parto.
Constituye la principal causa del debilitamiento. Cuando la mujer
está embarazada, la presión abdominal aumenta a medida
que el bebé aumenta de peso y tamaño, como consecuencia
el sulo pélvico debe realizar un esfuerzo mucho mayor. Además
la distensión de estos músculos aumenta cuando el
bebé pasa a través de ellos en el parto.
Por otro lado la vida que vivimos, obliga a la mujer
a mantener su figura, por esto es normal tras el parto realizar
ejercicios físicos ( abdominales...) que en lugar de favorecer
la recuperación de su cuerpo lo deterioran, ya que contribuyen
a cargar el suelo pélvico sin antes haberlo recuperado.
2. Ejercicio físicico.
El deporte que aumenta la presión intrabdominal, y no se
equilibra con los correspondientes ejercicios para reforzar el suelo
pélvico lo debilita.Esto tiene consecuencias a medio y largo
plazo : es muy frecuente encontrar incontinencia urinaria en deportistas,
que practican deportes que sobrecargan el periné.
3. Envejecimiento.
La situación de semejanza con el resto de los músculos
es que cuando no se ejercitan, simplemente con el paso de los años
se van atrofiando. Además, los cambios hormonales de la menopausia
pueden producir pérdida de flexibilidad. Por tanto, en esta
etapa de la vida de la mujer es muy habitual la presencia de los
efectos de la debilidad del suelo pélvico, siendo la más
habitual la incontinencia al esfuerzo.
Consecuencias de la debilitación de los
músculos del suelo pélvico:
A corto o largo plazo se pueden desarrollar las siguientes afecciones:
1. Incontinencia urinaria de esfuerzo.
Es el primer síntoma de alarma. Provocada por cualquier esfuerzo
abdominal repentino (al toser, reir, bailar, saltar, etc.). Son
los temidos escapes de orina.
En la actualidad existen métodos para por un lado tratarla
( terapia de conos vaginales: LADY
SYSTEM de Laboratorios LETI ) y por otro mejorar la calidad
de vida de las personas que la padecen ( recientemente llegadas
a las farmacias: compresas de incontinencia de esfuerzo,
Indasec de Laboratorios INDAS ).
2. Prolapsos.
Son trastornos que elevan la gravedad con respecto a las incontinencias
antes citadas. Son descensos de la matriz (prolapso uterino) por
fallo del compartimento central, de la vejiga (cistocele) generados
debido a fallo en la pared anterior, y del recto (rectocele), debido
a fallo en la pared posterior. Cuando son de grado menor pueden
tratarse con terapias rehabilitadoras de la musculatura, y en cambio,
los casos más graves requieren intervención quirúrgica.
3. Disfunciones sexuales.
Estas disfunciones puede enumerarse como : disminución de
la sensibilidad sexual de la mujer, disminución de la intensidad
de los orgasmos que incluso en ocasiones no llegan a alcanzarse,
experimentación de sensaciones dolorosas durante el coito.
Soluciones: Prevenir
Lo más adecuado, como en la mayoría de situaciones,
es prevenir. Los consejos básicos irán enfocados a
eliminar los factores cotidianos que puedan producir debilidad de
la musculatura del suelo pélvico como :
1. Retener la orina mucho tiempo
2. vestir prendas muy ajustadas que compriman la zona
3. ganar peso rápidamente,o ganar mucho peso
4. Realizar ejercicios de fortalecimiento.
5. Hacer ejercicios de recuperación del suelo pélvico
tras el parto
Tratamientos específicos de recuperación
Se pueden hacer personalmente en casa o cualquier lugar sin necesidad
de acudir a un centro médico:
- Ejercicios del suelo pélvico o ejercicios
de Kegel: consistentes en la realización de contracciones
activas y regulares de la musculatura del suelo pélvico,
sin contraer los musculos de las nalgas, abdominales, vientre y
muslos.
- Terapia de conos vaginales: esta técnica
sencilla permite aprender a contraer los músculos del suelo
pélvico y están basados en retener un pequeño
cono en la vagina por un suave reflejo de contracción provocado
por la sensación de que se va a deslizar hacia afuera. Este
sencillo acto de retención refuerza suave pero muy eficazmente
los músculos en unas pocas semanas. Para realizarlos es necesario
un juego de conos, por ejemplo: LadySistem
de LETI laboratorios
En casos de debilitamientos muy pronunciados los
especialistas podrán, tras una correcta evaluación,
reforzar estos tratamientos con otros que aplicarán en su
consulta.
Ejercicios del suelo pélvico
1. Preparación para el movimiento de los músculos.
Se puede realizar la siguiente prueba, intentando no contraer otro
músculo (como abdominales, de los muslos, nalgas, etc.) que
no sea del suelo pélvico (por tanto es fundamental tener
los conceptos claros).
2. Pensando que te estás haciendo pipí, aprieta fuerte
como si quisieras parar el flujo (esfínter uretral). Relaja.
3. Pensando que vas a tener una pérdida menstrual y no llevas
compesa, aprieta la vagina para retener el flujo. Relaja.
4. Pensando que se te van a escapar gases, aprieta el músculo
alrededor del ano (esfínter anal) subiéndolo hacia
adentro. Relaja.
5. Por último, aprieta y sube con fuerza los tres a la vez,
y así estarás contrayendo los músculos del
suelo pélvico.
Nuestro consejo es que se adquiera el hábito
de realizar estos ejercicios con regularidad, asociándolos
a alguna actividad cotidiana que se realice con frecuencia. Ten
claro que nadie notará que estás haciendo ejercicios
de suelo pélvico. Si eres constante, la mejoría la
vas a notar en un mes y medio, y podrás adquirir el tono
ideal en unos 5 o 6 meses.
Terapia de conos vaginales
Fue desarrollada por destacados ginecólogos
con el objeto de resolver la dificultad que encontraban algunas
mujeres en realizar los ejercicios del suelo pélvico correctamente
y la falta de un medio de evaluar sus progresos, que llevaban a
que abandonasen los ejercicios antes de conseguir el tono ideal.
La terapia
de conos vaginales supone un gran avance: automatizar ejercicios
y aprender a realizarlos de manera correcta fácilmente, requiere
mucha menos dedicación, y es más efectivo en menos
tiempo.
Ha sido probada en hospitales de reconocido prestigio
tanto en Europa como en E.E.U.U. y es ampliamente recetada en muchos
países.
Es una medida simple, efectiva y económica
para mejorar la debilidad de los músculos y prevenirla, pudiendo
evitar una intervención quirúrgica.
Se trata de un grupo de conos cada cual de peso
diferente gradual (aunque son del mismo tamaño), y se usan
manteniéndolos en la vagina como un pequeño tampón
durante unos minutos al día, de pie o caminando.
Al introducir el cono en la vagina, tiende a descender y caer por
su propio peso. La sensación de pérdida del cono provoca
un suave reflejo de contracción en los músculos del
suelo pélvico que hace retener el cono.
Esta sencilla contracción y el avance gradual hacia conos
de mayor peso fortalece de forma muy eficaz los músculos
del suelo pélvico, comenzando a notar una mejoría
en el tono de los músculos en unas 2 o 3 semanas, y un tratamiento
completo suele durar entre 2 y 3 meses.
A. Consejos prácticos de uso
Cuando se empieza a trabajar con conos, o se pasa
gradualmente de uno a otro con aumento gradual de peso, suele ser
necesario realizar una contracción voluntaria para retenerlo.
Al cabo de 2 o 3 días se convierte en un reflejo espontáneo
de retención.
Se aconseja ir al w.c. antes de usar el cono. Asimismo retirarlo
si se precisa ir durante su uso y reinsertar después. Lavar
con agua y jabón el cono a utilizar antes y después
de cada uso. No es necesario esterilizarlos, pero puede hacerse
con pastillas de esterilización de biberones.
B. Su uso paso a paso
1º-Introducir en la vagina el cono a modo de
tampón, con la punta estrecha y el hilo de nylon hacia abajo.
2º- Comenzar con el nº 1. Si se retiene sin esfuerzo y
de pie o caminando, probar con el siguiente y así sucesivamente
hasta llegar al de mayor peso que se pueda retener sin esfuerzo,
con el que se empezará la terapia.
3º- Retener el cono seleccionado durante 15 minutos, dos veces
al día (por ejemplo mañana y tarde), caminando o de
pie. Se ha de ser constante.
C. Ventajas de la terapia de conos vaginales
Como ventajas principales podemos destacar:
-Efectividad demostrada superior a la de los ejercicios del suelo
pélvico solos.
-Resultados en un espacio de tiempo de tiempo mucho menor que con
la realización de ejercicios sin ayuda.
-Menor dedicación y esfuerzo necesarios.
-Sencillez de uso y facilidad de aprendizaje.
-Permite conocer los propios músculos del suelo pélvico.
-Asegura que la contracción sea correcta.
-Fácil observación y evaluación de los progresos.
-Mejoría inicial apreciable en poco tiemmpo.
-Comodidad de uso: permiten continuar realizando cualquier otra
tarea cotidiana en cualquier lugar sin necesidad de acudir a un
centro médico para recibir una sesión.
-Es totalmente discreta, privada y personal.
Mantenimiento del suelo pélvico tras un
tratamiento.
Tras la consecución de la puesta a tono de
los músculos del suelo pélvico, y con el fin de que
esta mejora se mantenga, aconsejamos:
1) Realizar una autoevaluación cada seis meses, por ejemplo
con los conos. Si se nota pérdida en el tono muscular , realizar
un poco de recuperación de nuevo.
2) Proteger los músculos del suelo pélvico adquiriendo
el hábito de contraerlos cada vez que se vaya a realizar
un esfuerzo abdominal (estornudar, toser, levantar un peso, correr,
durante los saltos o impactos al practicar deporte, etc.).
3) Realizar ejercicios del suelo pélvico contrayéndolos
y relajándolos de vez en cuando y en todas las posiciones
posibles, con contracciones rápidas, lentas y escalonadas.
4) Tener siempre presente los hábitos cotidianos que lo perjudican
para evitarlos (retener mucho tiempo la orina, empujar con fuerza
para vaciar la vegija, etc.)
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos
Alvaro García deTiedra.
Farmacéutico Comunitario.
13 de Abril de 2001.
|