Tratamiento de las pieles secas: Xerosis.
La xerosis cutánea causa un doble problema
a muchas personas de todas las edades, por un lado produce un efecto
estético visual y táctil desagradable y por otro origina
prurito, (picor) que puede llegar a ser muy intenso.
Aunque el problema básico de la xerosis
o "piel seca" no sea un déficit del contenido de
agua en la piel, lo extendido de esta opinión y el hecho
de que la humectación mejore la apariencia y las molestias
subjetivas causadas por este trastorno han motivado que los productos
dermocosméticos empleados en su tratamiento reciban el nombre
genérico de "hidratantes", aunque sus mecanismos
de acción sean muy diversos. Es preferible utilizar la denominación
"emolientes".
La inmersión en agua puede proporcionar un alivio temporal
a las personas con xerosis, pero es conocido que no se produce ningún
aporte de agua a la piel ni al resto del organismo por este método
y el efecto de la evaporación contribuye a agravar la xerosis
de forma inmediata, a lo que se suman las acciones lesivas del manto
ácido-graso del propio baño y de los productos detergentes
empleados. En consecuencia, los baños, duchas y otras maniobras
de lavado habrán de limitarse en las personas con xerosis
a las exigencias de la higiene. El añadir sal al agua del
baño es una medida eficaz para disminuir la xerosis y el
prurito. Se utilizarán siempre geles no agresivos y de pH
ácido y a continuación se aplicarán productos
emolientes en todo el cuerpo.
Otras medidas preventivas importantes son evitar el exceso de calor
y sobre todo la exposición a fuentes de aire caliente seco
(v. gr.: calefacciones de automóviles). También hay
que evitar el contacto con ropas que desencadenan prurito en pieles
con un umbral de irritabilidad bajo, como la lana y algunas fibras
sintéticas.
Pricipios activos y sustancias
usadas en su tratamiento:
Queratolítícos.
Las sustancias que disuelven la capa córnea de la piel, formada
sobre todo por acúmlación de queratocitos, células
formadoras de queratina, al alterar la barrera epidérmica,
pueden permitir una mayor humectación de la piel, pero también
pueden actuar por otros muchos mecanismos, como contribuyendo a
normalizar la queratinización, corregir un defecto de la
descamación fisiológica, modificar el pH de la superficie,
etc.
Entre los queratolíticos empleados en la xerosis se encuentran
la urea, los alfahidroxiácidos, en especial el ácido
láctico y el ácido glicólico, el ácido
salicílico (un betahidroxiácido) y el ácido
retinoico.
Todos los queratolíticos tienen un efecto
irritante, que debe tenerse en cuenta a la hora de su utilización.
Además, algunos de ellos, como el ácido salicílico,
se absorben y aplicados en superficies extensas y a concentraciones
elevadas pueden originar toxicidad sistémica.
Sustancias higroscópicas.
Son capaces de retener un elevado número de moléculas
de agua y por tanto de aumentar el contenido hídrico de la
piel. Las más utilizadas son la urea, la glicerina, la lanolina
y los polioles ( propilenglicol y polietilenglicol). Las presentaciones
más habituales son emulsiones oleoacuosas.
Además de la urea, algunos componentes de este grupo, como
los polioles, pueden tener acción irntante y otros (lanolina)
producir sensibilización por contacto, es decir, pueden irritar
la piel simplemente por su aplicación directa.
Sustancias oclusivas.
Estos productos forman una película
sobre la superficie cutánea que disminuye la pérdida
transepidérmica de agua (su ecvaporación), pero también tienen
una acción protectora frente a agentes externos, pueden modificar
la capa córnea por un efecto de maceración y favorecer la fomación
y persistencia del manto ácido-graso superficial o incluso "reparar"
la capa córnea o estratos mferiores. Los agentes más representativos
de este grupo son la vaselina, parafinas, siliconas, ceras y otros
aceites animales (lanolina), vegetales y minerales. Su preparación
más común es tipo emulsión acuooleosa (W/0). También se encuentran
entre estos productos algunos con capaciclad irritante o sensibilizante.
La propia acción oclusiva puede provocar foliculitis(ifección
e inflamación de loa poros de la piel) y lesiones acneiformes
(acné cosmética).
Productos que imitan el manto ácido-graso superficial
y otros componentes superficiales de la piel.
El manto ácido graso o película hidro-lipídica que recubre la superficie
cutánea tiene una gran importancia en el mantenimiento de el equilibrio
cutáneo de la piel, tanto por actuar como un agente defensivo
frente a agentes irritantes físicos y químicos y colaborar en la
defensa antiinfecciosa, como por limitar la pérdida de agua por
evaporación y probablemente de otras sustancias proteicas
y lipidicas. La composición de este manto ácido-graso es muy compleja,
participando productos de degeneración de la capa córnea y otros
procedentes de la sudoración y la secreción sebácea. Los productos
que imitan este manto ácido-graso deben tener un PH ácido, al igual
que la superficie cutánea y en su elaboración se emplean múltiples
sustancias, para semejar en lo posible la composición fisiológica
de la piel. Los lactatos, los hidrolizados de proteínas,
el colágeno, la mucína y las peptinas están
entre los componentes más utilizados.
A medida que se conoce mejor la composición lipídica
de la epidermis se ha tratado de ir incorporando al tratamiento
de la xerosis elementos que forman parte de la capa córnea
de la piel y de la sustancia intercelular, como las ceramidas o
diversos ácidos grasos esenciales. El objetivo de su empleo
es contribuir a lograr una función barrera epidérmica
lo más parecida posible a la fisiológica.
Los productos de este grupo también pueden causar irritación
y sensibilización y algunos, como las ceramidas o los ácidos
grasos esenciales, resultan difíciles de emplear para la
xerosis generalizada por su coste muy elevado.
Sustancias que actúan sobre el metabolismo
celular.
Existen numerosas situaciones carenciales que pueden provocar estados
xeróticos, como los de vitamina A, ácidos grasos,
etc., pero no se ha demostrado que fuera de estas situaciones la
xerosis mejore con suplementos vitamínicos o dietéticos.
En otras enfermedades en las que aparecen xerosis
o trastornos de la queratinización se han observado respuestas
parciales con ácidos grasos esenciales por vía oral,
pero requiriendo altas dosis continuadas, lo que dificulta su cumplimiento.
No se conoce con seguridad silos ácidos grasos esenciales
administrados por vía tópica, aparte de su acción
extracelular, pueden participar de forma significativa en el metabolismo
celular del queratinocito (célula que compone la capa de
queratina de la piel) .
Varios de los productos indicados en el apartado de queratolíticos
tienen acciones sobre el metabolismo celular. Algunos de ellos ya
han sido comentados con anterioridad.
En la actualidad no se considera justificado el empleo de hormonas
o esteroides (corticoides tópicos) en el tratamiento de la
xerosis. En algunos casos pueden estar indicados estos últimos
en el tratamiento de las complicaciones, fundamentalmente de tipo
eccematoso. El prurito asociado puede requerir el empleo de antihistamínicos
y antipruriginosos tópicos (que limitan el picor de la piel)
.
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22 Febrero, 2001
Bibliografía: Dermocosmética farmacéutica.
E. Sargallo.
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