Recomendaciones para el cuidado adecuado de la piel
del bebe.
La piel del bebé recién nacido es
muy frágil en el momento del parto. Madura con el tiempo
hasta los 8-9 años. Sus características especiales
son las siguientes:
- Su capa superficial es muy fina para construir
una barrera eficaz contra los agentes externos, por lo que es
extremadamente sensible y se inflama fácilmente.
- Su pH cutáneo es neutro y se va haciendo
ácido progresivamente. Ello implica una menor defensa frente
a microorganismos
patógenos.
- Los mecanismos de defensa de la piel son todavía
deficientes con lo que cualquier lesión o irritación
puede comportar riesgo de infección.
- Existe una insuficiencia en la secreción
de grasa y sudor que implica un déficit en la lubricación
de la epidermis y en la película hidrolipídico protectora
de la piel.
- Los pliegues cutáneos son profundos y
numerosos, por lo que se requiere una higiene muy cuidada. La
higiene es una necesidad primordial en la piel de un bebé.
- El pañal es un contenedor de las deposiciones
del bebé. Como tal contenedor origina una oclusión
cutánea prolongada que facilita el desarrollo de microorganismos
nocivos para la piel. El nivel de las potenciales lesiones estará
directamente relacionado con el tipo de deposiciones, la calidad
del pañal y el tiempo de contacto de heces y orina con
la piel.
Las afecciones más comunes en ella son irritaciones,
escoceduras y dermatitis de pañal. Las causas de estas afecciones
son variadas:
- Fricción entre el pañal y la piel.
- Presencia de agua en la piel que puede producir
pérdida del estrato córneo deteriorando la función
barrera de la piel
- El pH urinario alto induce a respuestas inflamatorias
de la piel.
- La descomposición de la urea contenida
en la orina es un agente irritante.
- La presencia de heces puede ser causa de afecciones
cutáneas en la zona del pañal.
Deberíamos tener en cuenta la distinta capacidad
de secreción sebácea (en cantidad y calidad) de la
piel infantil, la estructura epidérmica inmadura, lo que
condiciona la capacidad barrera de la piel y la sensibilidad de
ésta a determinadas sustancias, con lo que la influencia
de irritantes sería mayor.
Si tenemos en cuenta el confort del bebé,
tiene especial importancia la capacidad irritante que pueden tener
los productos de higiene sobre los ojos. Debido a que el pH de la
piel y de la mucosa son distintos, (en ésta última
el pH oscila entre 7 y 7,4, mientras que en la piel del bebé
el pH está alrededor del 5,5), nos encontramos con un dilema
de difícil solución. Preparados de higiene de pH neutro
fisiológico para la piel (5,5) van a producir una ligera
irritación ocular,es decir, le irritarán y por ello
le escocerán los ojos y aquellos formulados para disminuir
ésta, tendrán un pH no adecuado
para la piel. Numerosos estudios permiten afirmar que la elevación
constante del pH cutáneo puede tener peores consecuencias
que una ligera y eventual irritación en los ojos. Todo ello
lleva a la conclusión de mantener los productos de higiene
infantil en el pH idóneo para la piel (entorno al 5,5) a
costa de las posibles molestias que pudieran ocasionarse por el
contacto accidental del tensioactivo sobre la mucosa ocular.
Como medida de precaución, siempre es mejor
diluir los productos de limpieza de la piel infantil en el agua
de baño, en lugar de aplicarlos directamente sobre la esponja
o la piel, para disminuir su posible capacidad irritante.
Temperatura del agua del baño y duración
de éste:
Si conocemos que cuanto mayor es la temperatura, mayor es la capacidad
de arrastre de los tensoactivos, deberíamos mantener la temperatura
del agua de baño, alrededor de la temperatura corporal (menor
a los 37 grados), y por periodos de tiempo cortos (cinco a diez
minutos es suficiente).
Tras el baño:
Es muy recomendable el uso de una loción o emulsión
hidratante, para recuperar rápidamente la emulsión
epicutánea
alterada por el baño, lo ideal es utilizar sustancias hidratantes
contrastadas como la glicerina o reparadoras como el dexpantenol
y aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales como
protectores cutáneos.
Higiene del área del pañal:
Capítulo importante es la higiene y cuidado específico
que requiere el área del pañal. Tanto por las características
fisiológicas de la piel del bebé, como por las especiales
condiciones que se dan en el área del pañal (falta
de aire, alteración de la flora bacteriana normal, aumento
del pH, pérdida del agua, aumento de temperatura local y
contacto con heces y orina), debemos observar unas normas de recomendación
que siempre deberán incluir el cambio frecuente de pañales
e -imprescindible- la utilización de cremas barrera absorbentes
que potencien la defensa de la barrera cutánea.
Los requisitos de estas cremas emolientes serían:
- Propiedades reparadoras de la piel, antiezimáticas
- No oclusividad
- Hidrofobia
- Mantenimiento del pH de la piel
- Fácil eliminación
Para eliminar el excesivo efecto oclusivo se suelen
incorporar a estas fórmulas, sustancias que tengan una ligera
capacidad de absorción de agua, como el óxido de Zinc,
al que además se le atribuyen propiedades antisépticas,
astringentes y antiinflamatorias.
No se recomiendan los protectores sueltos (polvos
de Talco) por varias razones: se contaminan con mucha facilidad,
forman emplasto adhesivo con el sudor y para evitar el riesgo de
causar al bebé bronquiolitis por inhalación accidental.
En la sección de compra Infantil de Mifarmacia,
podrás adquirir esos productos.
© Mifarmacia.es. Departamento
de contenidos
|