La Dieta
Tradicional China
La dieta constituye
un elemento muy importante dentro de la medicina tradicional china.
Los chinos consideran que la mayoría de los alimentos son medicinales,
y que si se sigue una dieta adecuada, se realiza un poco de ejercicio,
se hacen ejercicios respiratorios y se cuida la higiene personal,
se pueden remediar las dolencias leves.
La
dieta tradicional china clasifica los alimentos en diferentes categorías.
La fundamental es la del yin y el yang,
pero a ella se asocian las cuatro energías, los cinco elementos,
los cinco sabores y el movimiento del chi. Dichas categorías se
vinculan entre sí de una forma bastante compleja, y se tienen todas
muy en cuenta a la hora de recomendar una dieta adecuada.
El yin
y el yang
La
teoría del yin y del yang surge a partir de la simple observación
de la naturaleza y describe el hecho de que todos los fenómenos
naturales tienen su propio fenómeno opuesto que lo complementa.
Así pues, el yin se asocia con la oscuridad, el frío, la noche y
lo femenino, mientras que el yang se vincula con la luz, el calor,
el día y lo masculino. Todos los fenómenos poseen aspectos del yin
y del yang. El yin y el yang se complementan de forma natural: dependen
uno del otro y se compensan el uno al otro. También pueden influenciarse
mutuamente: un exceso de yin puede transformarse en yang y viceversa.
Se cree que cualquier desequilibrio entre el yin y el yang dentro
del cuerpo provoca enfermedades y problemas emocionales, siendo
una dieta pobre uno de los factores que puede provocar este desequilibrio.Todos
los alimentos contienen aspectos del yin y del yang, pero algunos
pertenencen de modo predominante a una u otra categoría.
Los
alimentos que son básicamente yin se consideran fríos, húmedos,
suaves y de color oscuro. Son yin los alimentos acuáticos, como
el pescado y las algas, los que crecen en la oscuridad o bajo tierra,
como los champiñones y las raíces, así como la avena, la cebada,
el pato, el conejo, el cerdo, la berenjena, la remolacha, la calabaza,
el pepino, el berro, las espinacas, el ruibarbo, el tomate, la lechuga,
el trigo, el tofu, la soja germinada, el plátano, el limón, el pomelo
y la sandía.
Los
alimentos básicamente yang son cálidos, secos, duros y por regla
general presentan una tonalidad clara. Suelen crecer en el campo,
sobre el suelo y en lugares luminosos. Son yang algunos mariscos
como los mejillones, el ajo, los espárragos, el apio, el hinojo,
el perejil, el puerro, la albahaca, la canela, el clavo, el cilantro,
el comino, la soja, el pimiento, el pollo, el cordero, las gambas,
los albaricoques, las cerezas, las castañas, la piel de naranja
y los melocotones.
Las cuatro
energías
El
concepto de las cuatro energías puede considerarse como una subcategoría
del yin y el yang. Las cuatro energías son caliente, templado, frío
y fresco, e indican el efecto básico que ejerce un determinado alimento
sobre el cuerpo, no su temperatura.
Los
alimentos calientes y templados, tales como los pimientos verdes
y rojos, el jengibre seco, los puerros y la leche de coco se consideran
yang y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el frío
causadas por un exceso de yin (por ejemplo, sentir frío, tener diarrea
o sufrir reumatismo articular crónico). Los alimentos fríos y frescos,
como las berenjenas, la soja germinada, la sandía y los tomates
pertenecen a la categoría yin y se emplean para tratar dolencias
relacionadas con el calor causadas por un exceso de yang (por ejemplo,
la gripe, el estreñimiento y los eczemas). Algunos alimentos como
el arroz y la pasta se consideran neutros porque en ellos no predominan
ni el frío ni el calor. Estos últimos no ejercen ningun efecto sobre
la constitución, y por tanto se consideran como alimentos de uso
corriente.
Los cinco
elementos y los cinco sabores
La
teoría de los cinco elementos se basa en la idea de que todos los
fenómenos del universo son el resultado del movimiento y mutación
de las cinco categorías: madera, fuego, tierra, metal y agua, también
conocidas como las cinco fases. Para gozar de buena salud, estos
elementos deben estar en armonía. Los alimentos y las plantas se
emplean para reequilibrar los elementos dentro del cuerpo.
La
teoría de los cinco sabores puede considerarse una subcategoría
dentro de los cinco elementos. Los cinco sabores son: picante, agrio,
amargo, dulce y salado. El término “sabor” hace referencia a la
naturaleza curativa
de un alimento o planta y no necesariamente a su sabor tal y como
se entiende en Occidente. Entre los alimentos picantes se encuentran
el ajo, el jengibre y las cebolletas; los limones, las manzanas
y los kiwis se consideran agrios; el café, el té y las almendras
se consideran amargos; los dátiles, el arroz y el pollo son dulces,
y el cerdo, los mejillones y la sal sin refinar son salados.
Cada
sabor se asocia con una categoría: los alimentos agrios, amargos
y salados son yin, mientras que los picantes y los dulces son yang;
cada sabor se asocia con un movimiento específico del chi y se empareja
con un órgano vital, de forma que los alimentos con un sabor determinado
se emplean para tratar disfunciones sufridas por el órgano correspondiente
(ej. Los alimentos dulces se asocian con el estómago, y por lo tanto
pueden utilizarse para tratar problemas como la diarrea).
Tabla
I: Usos terapéuticos de algunos alimentos corrientes.
Alimento
|
Energía
y sabor
|
Uso
y propiedades
|
Arroz
Ajo
Zanahoria
Manzana
Plátano
Naranja
Cordero
Pollo
|
Neutral,
dulce
Templado,
picante
Templado
Fresco,
dulce agrio
Frío,
dulce
Fresco,
dulce, agrío
Templado
Templado,
dulce
|
Corta
la diarrea; aumenta el apetito
Alivia la gripe, resfriados, diarrea y el dolor
abdominal
Alivia
la sequedad de ojos, la ceguera nocturna y la indigestión
Alivia
la sed y la diarrea
Alivia
el estreñimiento
Alivia
los gases, la hinchazón y la indigestión
Alivia
el dolor menstrual y ayuda a entrar en calor si hace frío
Devulve
la fuerza después de una enfermedad.
|
El movimiento
del chi
Chi
es el término chino que se utiliza para designar la fuerza vital
o energía que fluye constantemente por el cuerpo. Existen distintas
clases de chi, siendo las principales: el chi congénito, presente
en el cuerpo al nacer; el chi protector, que rodea el cuerpo; el
chi nutritivo, presente en la comida. El equilibrio, la cantidad
y la calidad del chi de un individuo dependen sobre todo de los
alimentos y las bebidas que consume, y del aire que respira. Otros
factores que pueden influir son los cambios de estación y climáticos,
y el estado de los órganos del cuerpo que absorbe el chi.
Cómo
seguir una dieta china
Una
dieta tradicional china incluye una gran proporción de alimentos
neutros, tales como el arroz y la mayoría de cereales, y, según
la constitución del individuo, una ingesta debidamente equilibrada
de alimentos yin y yang. Puesto que cada alimento compensa
los excesos y las carencias del cuerpo de un modo específico –y
puesto que cada individuo tiene sus propias necesidades-, ciertos
alimentos se consideran perjudiciales para un individuo mientras
que para otro son beneficiosos. La salud y la sensación de bienestar
de una persona puede mejorar considerablemente al comer o evitar
determinados alimentos que afectan a su constitución.
El
primer paso para adoptar una dieta china consiste en identificar
la constitución del individuo. Una persona puede tener una constitución
caliente (yang) o fría (yin). Las primeras deben consumir alimentos
que contengan energía fría o fresca; por el contrario, las personas
con constitución fría deben consumir básicamente alimentos que contengan
energía caliente o templada. La dieta debe asimismo adaptarse a
los cambios climáticos y de estación.
Tabla
II: Tipos de constitución y alimentos recomendados por la dieta
tradicional china.
Constitución
|
Excesivamente
yang
|
Excesivamente
yin
|
Poco
yang
|
Poco
yin
|
Características
|
Personas
corpulentas, de cara roja, que suelen tener calor, transpiran
mucho, tienden a ser hiperactivas, y comen y beben en exceso.
|
Personas
obesas, con escasa capacidad respiratoria, que tienen las
extremidades frías, se mueven despacio, retienen líquidos
y duermen mucho
|
Personas
delgadas que sueñen estar cansadas y pálidas, y tener frío,
con voz suave y baja, y una tendencia a sufrir enfermedades
crónicas poco importantes, sobre todo en invierno
|
Personas
delgadas, de tez oscura, piel seca, cuerpo caliente y con
tendencia a tener una temperatura corporal baja.
|
Alimentos
recomendados
|
Pescado
blanco, pato, conejo, trigo, cuscús, cebada, mijo, judías
verdes, guisantes, soja, tofu, ensaladas, espinacas, remolacha,
calabacines, limones peras, manzanas, mandarinas, sandía y
uva.
|
Cebollas,
ajo, jengibre, clavo, zanahorias, apio, hinojo, cordero, ternera,
pollo, trigo sarraceno, mijo, castañas, frutos secos, cerezas,
lichís e higos.
|
Ajo,
cebollinos, clavo, canela, cilantro, berenjenas, zanahorias,
apio y col cocidos, calabaza, espinacas, puerro, patatas,
avena, cacahuetes, trigo, maíz, arroz, soja, mijo, leche caliente,
ganso, pollo, miel, marisco, castañas, frutos secos, cerezas,
uvas, lichís e higos.
|
Berenjenas,
recmolacha, pepino, espinacas, ensaladas, champiñones, leche
de vaca, huevos, pescados de río, cangrejos, gambas, codornices,
pato, limones, higos, mandarinas, papayas, peras, manzanas,
mangos, melones y pomelos.
|
Alimentos
A evitar
|
Mantequilla,
nata, todos los productos cárnicos, huevos duros, carnes curadas,
quesos grasos, trigo sarraceno, pasta, pasteles, ajo, cebollas,
jengibre, apio, pimienta negra, curry y frutos secos.
|
Ensaladas
crudas, pepino, tomate, berro berenjenas, algas ruibarbo,
mantequilla, leche, queso, cerdo, conejo, pato, trigo, cebada,
avena, cacahuetes, semillas y aceite de girasol, limones,
naranjas, pomelo, sandía, melón, peras y mango.
|
Ensaladas,
zanahoria y col crudas, pepinos, tomates, leche de vaca fría,
clara de huevo, judías, guisantes, naranjas, piña, pomelos
y sandía.
|
Clavo,
canela, pimienta, zanahorias, puerro, trigo sarraceno, albaricoques,
castañas, uvas, huevos fritos, pavo, faisán, cordero, frutos
secos, café, vino, alcohol y vinagre.
|
Ya ves, lo saludable que puede ser alimentarse como se hace en
oriente... identifica tu ying o yang!
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos.
10 Febrero, 2001
|