El entrenamiento respiratorio cara al parto.
Se basa en técnicas de autosugestión y respiración
que sirven para acostumbrar al organismo a reaccionar de la forma
más adecuada en cada una de las fases del parto, lo que permitirá
aliviar tanto la tensión física como la emotiva.
Cómo funciona.
Normalmente los cursos empiezan entre el quinto y sexto mes de embarazo
y se realizan en grupos. Las reuniones, normalmente de una hora de
duración cada una, tienen una frecuencia semanal y las guían
un psicólogo y un ginecólogo o una comadrona adecuadamente
preparados.
Se realizan una parte teórica y una parte práctica.
En la primera se proporcionan todas las informaciones que sirven para
enfrentarse, conscientemente y sin ansiedad, al nacimiento del bebé.
En la segunda se enseñan la técnica de relajación
(concentrándose en algunas sensaciones y no en otras) y las
técnicas de respiración y de control muscular que se
pondrán en práctica en las distintas fases del parto.
Durante la relajación se aprende a dejar ir la mente, a evocar
recuerdos y sensaciones agradables, pero también posibles ansiedades
y miedos, que después se analizan y se discuten junto a los
especialistas para poder eliminar posibles bloqueos emocionales.
Para la fase del periodo de los dolores del parto se practica una
respiración amplia y profunda, parecida a la del sueño,
que se tendrá que utilizar cuando empiecen las contracciones.
Para la fase de expulsión, se aprende a inspirar y a mantener
el aire en los pulmones en el momento del pujo, y también a
volver inmediatamente después a la relajación más
completa, para poder respirar con normalidad hasta el siguiente pujo.
El dolor se reduce al mínimo gracias al entrenamiento y a la
concentración, que permite mantener bajo control tanto la tensión
emotiva como la física, dos factores que aumentan la percepción
del dolor.
Ventajas.
· Si se aplica correctamente este método se puede
recuperar energia entre una contracción y otra. Así
se puede llegar más descansada a la fase de expulsión
y por tanto reducir de forma notable el dolor del parto (se ha calculado
que puede llegar a reducirse hasta en una tercera parte) y los tiempos
del periodo de los dolores del parto.
· La técnica de relajación, una vez que se
ha aprendido, también puede servir después del parto.
Inconvenientes.
· Para aprender es necesario un cierto esfuerzo personal
y un buen entrenamiento, que sólo se consigue repitiendo
regularmente los ejercicios en casa. En general, el hecho de empezar
sólo en el séptimo mes no facilita el aprendizaje
total y el dominio del método.
· No siempre se consigue aplicar lo que se ha aprendido cuando
las contracciones se hacen más fuertes y frecuentes, especialmente
si el ambiente en la sala donde transcurre el periodo de los dolores
del parto impide la concentración.
· Es una técnica exclusivamente mental y, por lo tanto,
no prepara a la musculatura que se utilizará durante el parto.
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos
Elvira García de Tiedra.
Farmacéutica comunitaria.
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