La adicción al gimnasio: Vigorexia o complejo
de Adonis
Probablemente si usted va regularmente
a un gimnasio conozca a alguien que responda a este perfil: obsesión
por verse musculoso, miradas continuas al espejo, continuas visitas
a la báscula, abandono de casi todas las actividades sociales,
dedicación casi exclusiva al gimnasio y a entrenar sin un
objetivo claro, dietas ricas en proteínas, "demasiado"
interés por anabolizantes y demás productos dopantes....
Entonces es muy probable que conozca a alguien que padece un serio
trastorno: la vigorexia.
Una no tan rara enfermedad.
El grupo dirigido por el siquiatra Harrison G Pope del Hospital
McLean (Belmont, EE.UU) acuñó este término
(todavía no está reconocida como enfermedad por la
comunidad médica internacional) tras estudiar una muestra
significativa de los nueve millones de americanos que frecuentan
los gimnasios. Según sus datos, en torno a un millón
podría estar afectados de un desorden emocional que les impide
verse como en realidad son. Por más entrenamiento que realicen,
o musculatura que consigan siempre se ven débiles, enclenques
y carentes de cualquier atractivo físico.
Según estos estudios, este desorden emocional puede evolucionar
a un cuadro obsesivo-convulsivo que hace que los afectados se sientan
fracasados, abandonen todas sus actividades sociales e incluso laborales
para entrenar sin descanso. Fácilmente comienzan a consumir
dietas desequilibradas, ricas en proteínas para, en teoría,
favorecer la hipermusculación. Poco a poco empiezan a interesarse
por los "beneficios" de anabolizantes, hormonas del crecimiento,
y demás productos dopantes llegando a invertir grandes sumas
de dinero en la adquisición de estos productos. La dificultad
de conseguirlos obliga a recurrir al mercado negro donde aparecen
productos fraudulentos, adulterados, y sin ninguna garantía
sanitaria. A su vez, el gasto ocasionado por esta obsesión
puede sumarse al bajo rendimiento (o incluso al fracaso laboral),
poniendo en serio peligro su propia situación económica
y la de su familia.
A los problemas de aislamiento
social y laboral se le suman los derivados de este ritmo de vida.
Alteraciones nutricionales, metabólicas, androgenización
por los anabolizantes, deformaciones óseas y problemas articulares
por la hipertrofia y el sobreesfuerzo muscular...
Ha sido llamada la anorexia
masculina.
O la anorexia reversa. Aunque
ninguno de los dos nombres sea totalmente adecuado. El propio Dr
HG Pope, que describió la enfermedad por primera vez en 1993,
la bautizó como la anorexia reversa, pero en sus últimas
obras prefiere usar el término de "Complejo de Adonis".
Desde luego, aunque los hombres son los principales afectados por
la vigorexia, es una enfermedad que también afecta a las
mujeres. Por otro lado, aunque comparte ciertos aspectos con la
anorexia, la bulimia, la dismorfia corporal, y otros trastornos
de la alimentación, la vigorexia tiene algunas características
propias.
CARACTERÍSTICAS COMUNES
DE LA ANOREXIA Y LA VIGOREXIA
1. Preocupación por la figura (tiranía de la báscula)
2. Autoimagen distorsionada (poco atractivos para el sexo opuesto)
3. Baja autoestima
4. Introvertidos
5. Factores socioculturales
6. Tendencia a la automedicación
7. Edad de aparición
8. Modificaciones de la dieta
DIFERENCIAS
BÁSICAS ENTRE LA VIGOREXIA Y LA ANOREXIA
|
|
Anorexia
|
Vigorexia
|
Autoimagen
|
Obeso
|
débil,
enclenque
|
Sexo
del paciente
|
más
frecuebte mujer
|
más
frecuente hombre
|
Automedicación
|
laxantes,
diuréticos
|
Anabolizantes
|
Un tratamiento relativamente
complejo, pero posible.
Aunque no cabe duda que en el desarrollo de esta enfermedad cuenta
mucho los factores socioculturales (el culto al cuerpo, los cánones
de belleza modernos...), también están relacionados
con desequilibrios de diversos neurotransmisores del sistema nervioso
central, y más concretamente de la serotonina. Por ello,
se puede recurrir para el tratamiento de esta enfermedad a fármacos
que actúen sobre estas sustancias. Sin embargo, la terapia
fundamental es de tipo sicológico. El objetivo es modificar
la conducta del sujeto, recuperando su autoestima y superando el
miedo al fracaso.
No se debe confundir con la
práctica habitual de algún deporte.
La práctica habitual
de algún deporte tiene numerosas ventajas y no debe ser confundida,
ni se considera factor de riesgo para padecer la vigorexia. Los
estudios realizados hablan de una incidencia relativamente baja
entre los asiduos a los gimnasios y deportistas aficionados. Aunque
no hay datos concluyentes en España, algunos cálculos
situarían en torno a 20.000 los pacientes afectados por la
vigorexia, frente a más de 700.000 afectados por la anorexia.
Sin embargo, parece prudente conocerla y prevenirla.
¿Prevención
con la moda del siglo XXI?
Aunque estén claramente
identificadas ciertas alteraciones bioquímicas a nivel cerebral
que están relacionadas con estas patologías, para
la mayoría de los expertos los modelos socioculturales del
mundo actual tienen gran responsabilidad en todos ellos. Para algunos
especialistas la anorexia, los trastornos de la alimentación
inespecíficos, la bulimia, la vigorexia, o la dismorfia corporal,
son entidades íntimamente relacionadas, cuando no síntomas
diversos de una misma obsesión por la aceptación social,
el culto al cuerpo, y el deseo de tener una "imagen perfecta"
según determinen los cánones de la moda.
Como en cualquier patología, la mejor solución es
la prevención. Aunque será difícil conseguirla
si los medios de comunicación siguen preconizando valores
sociales basados en la imagen. Mientras tanto padres, educadores,
monitores deportivos... tienen la gran responsabilidad de educar
desde la infancia a defenderse de modelos esterotipados, del culto
excesivo al cuerpo y a la imagen, y de la obsesión por la
perfección. Cómo dice la escritora Almudena Albí
en su libro "Tu cuerpo es tuyo" (editorial Aguilar) lo
ideal no es el canon de belleza impuesto por las revistas de belleza
y los modelos publicitarios, sino estar contenta con uno mismo y
aceptarse como se es.
PARA SABER MAS
· www.cfnavarra.es/inam/ponencia.htm
· Barroso M. Esclavos del Músculo. www.abctusalud.com/print.asp?id=5017&G080
· HG Pope et al. The Adonis Complex: The Secret Crisis of
Male Body Obssesion. Bargain Books. 2001. ISBN 0684869101
· HG Pope et al. Adonis Complex: How to Identify, Treat and
Prevent Body Obsession in Men and Boys. Touchstone Books. ISBN 068486911X
(publicación prevista para enero de 2002).
· Morgan JF. From Charles Atlas to Adonis complex. Lancet
2000 Oct 21; 356 (9239): 1372-3.
· McMahon B. Looking good, feeling bad. Nurs Stand 1998 Jan
28-feb 3; 12(19): 19
· Pope HG Jr, Katz DL, Hudson JL. Anorexia nervosa and "reverse
anorexia" among 108 male bodybuilders. Compr Psychiatry 1993
Nov-Dec; 34 (6): 406-9
· Poppe HG Jr, Katz DL. Bodybuilder´s psychosis. Lancet
1987 Apr 11; 1 (8537): 863.
www.mifarmacia.es
José María Alonso Herreros, Jefe Unidad Técnica
de farmacia Hospital General Universitario de Murcia
jherreros@mifarmacia.es
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