El Cumplimiento Terapéutico
"Yo, sin llegar a ser viejo
- por que no me da la gana,
no por que no tenga años
para serlo....."
José Luis Olaizola. Escritor
Es necesario un poco de imaginación
para pensar que a principios del siglo pasado, la ancianidad fuese
un fenómeno extraño. A menudo no nos damos cuenta
de los avances espectaculares que ha experimentado la medicina en
estos últimos 100 años, pero los datos están
ahí: según el Anuario de Salud de 1999 la esperanza
de vida en España en 1900 estaba en 34 años para el
hombre y 36 para las mujeres, mientras que al terminar el siglo
XX se había más que duplicado (75 y 82 años
respectivamente). Y esta tendencia no va a disminuir. Si los expertos
no se equivocan dentro de 25 años uno de cada cinco españoles
tendrá más de 65 años....
Son muchas las razones de este aumento
de la esperanza de vida (descenso de la mortalidad infantil, utilización
de vacunas, mejora de la alimentación y condiciones sanitarias....)
y es difícil determinar la importancia relativa de cada una
de ellas. Pero es evidente que los avances en medicamentos han colaborado,
no sólo en el incremento de la esperanza de vida, sino también
en el aumento de la calidad de la misma.
Claro que de poco valen los avances
terapéuticos, si el paciente no cumple adecuadamente el tratamiento.
Muchas veces no somos conscientes de
la importancia del cumplimiento terapéutico ("de tomar
la pastillita a su hora"). Pero está demostrado que,
por citar algunos ejemplos, los errores en la dosificación
de un antibiótico pueden favorecer la reaparición
de la infección o el desarrollo de resistencia por parte
del germen causante, que la interrupción de un tratamiento
antihipertensivo puede favorecer la aparición de accidentes
cerebrovasculares, o que el olvido de una dosis de una medicación
para el corazón puede conducir a la aparición de arritmias
o insuficiencia cardiaca. En Estados Unidos se calcula que entre
el 10 y el 23% de los ingresos hospitalarios se podrían evitar
si los pacientes tomaran adecuadamente su medicación, y que,
por esta misma causa, se producen más de 125.000 muertes
al año sólo en pacientes cardiovasculares
El problema del cumplimiento terapéutico
en los pacientes de edad avanzada es mucho mayor que en los restantes,
no sólo por la frecuencia de aparición (algunos autores
calculan que menos del 40% de los pacientes de esta edad cumplen
correctamente su tratamiento), sino también por las posibles
consecuencias, ya que por diversas razones fisiológicas,
estos pacientes, son más sensibles a la medicación
y a los problemas relacionados con ella. Además hay que tener
en cuenta que es en estos pacientes donde se da con más frecuencia
la politerapia (tratamiento conjunto con numerosos fármacos).
Para hacerse una idea del alcance de esta practica basta pensar
que, como promedio, un paciente de esta edad esta tomando de 4 a
5 medicamentos bajo prescripción médica y 1 ó
2 de venta libre (especialidades farmacéuticas publicitarias
o EFP).
Desde luego, es evidente que si queremos
mejorar el cumplimiento terapéutico del paciente de edad
avanzada debemos conocer las causas del incumplimiento. Y las principales,
en opinión de casi todos los autores, son la falta de entendimiento
de las instrucciones de la prescripción, y el simple olvido,
relacionado en muchas ocasiones con el alivio de los síntomas
o con un intento, más o menos inconsciente, de no recordar
la enfermedad.
Usted, como paciente, debe de tener
en cuenta la importancia de entender y cumplir las instrucciones
de su tratamiento. No debe dudar en solicitar todo tipo de información
a su médico o a su farmacéutico. Son profesionales
y esa labor es parte de su trabajo.
Por otro lado no debe avergonzarse
de necesitar una medicina, sea el motivo que sea. Ya hemos comentado
la importancia que ha tenido el desarrollo de nuevos medicamentos
en el aumento de la calidad y la esperanza de vida. El evitar la
medicación no va a solucionar el problema. Al contrario,
lo más probable es que la falta de tratamiento agrave su
enfermedad. Por supuesto que algunos fármacos pueden causar
reacciones más o menos graves, que pueden obligar a suspender
un tratamiento. Este tema es demasiado amplio para tratarlos aquí,
pero una buena forma de reducir estos problemas es evitar la automedicación,
e informar a su médico, de cualquier tratamiento que este
tomando, o que le haya dado problemas de cualquier tipo.
Sin duda, una de las mejores formas
de no olvidar la toma de un medicamento, o la forma correcta de
como tomarlo, es llevar un registro por escrito (lo que todos los
estudiantes han llamado una "chuleta"). En los hospitales
y otros centros sanitarios es muy frecuente la elaboración
y control de estos registros a cargo de los respectivos servicios
de farmacia o del personal de enfermería. También
es frecuente su elaboración en ambulatorios para los pacientes
en tratamiento con algunos medicamentos seleccionados (por ejemplo
el sintronÒ). Por supuesto, cada paciente puede elaborar
su "chuleta" de forma más o menos casera, pero
cada vez son más las farmacias que como parte de sus programas
de atención farmacéutica realizan este tipo de hojas
de registro. Nuestro consejo es que no deje de acudir a cualquiera
de ellas.
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Departamento de contenidos.
Adolfo García
de Tiedra.
23 de diciembre de 2001
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