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Ortotexia, o ¿Es que puede ser enfermizo el comer sano?

           Cualquier persona razonable se preocupa de lo que come, tanto de la calidad como de la cantidad. Sin embargo, cuando esta preocupación llega a ser obsesiva nos encontramos con auténticas enfermedades. El caso de la anorexia, en que los pacientes pueden llegar a ingerir cantidades mínimas de comida para evitar engordar, sin duda es el más conocido.

Pero recientemente se ha acuñado un nuevo termino para una obsesión relacionada con la calidad de la comida, y que puede causar graves daños a quien la padece: la ortorexia.

Hay que comer sano pero....

            Cualquier exceso dietético conlleva desequilibrios en la ingesta de alimentos. De la actitud razonable de comer sano, a una obsesión patológica por la calidad de la comida, su origen, composición y procedimientos de preparación hay una gran distancia, que sin embargo en algunos casos se cruza.

            En la sociedad de la información en la que vivimos, cualquier persona puede estar al día de las ventajas e inconvenientes de determinados alimentos. Pero el problema es que no siempre estas informaciones están totalmente contrastadas, o se refieren a situaciones muy concretas, en las que las extrapolaciones a una persona normal no es posible. Por supuesto también existen informaciones totalmente fraudulentas, induciendo al consumo de tal o cuál producto por sus supuestas propiedades, o a la compra de tal o cuál libro, donde encontrar el remedio a todas las dolencias. Esto puede llevar a gente bienintencionada a consumir algunos alimentos y dejar de lado otros, provocando carencias de algunos nutrientes básicos.    

        Citando al profesor Grande Covián en su libro Nutrición y Salud, “...el número de disparates dietéticos, propagados por los más variados medios de información, es tan enorme que resulta poco menos que imposible ocuparse adecuadamente de todos ellos”. En esta obra también se repasa alguno de estos disparates, citando algunos casos extremos que llevaron a la muerte a pacientes que practicaron estas dietas teóricamente tan saludables.

Los excesos no son buenos

            A pesar de estos casos hay gente que se obsesiona por comer sólo productos “naturales” (sin saber muy que significa eso) y “sanos” (sin saber muy bien quien clasifica a los alimentos en sanos o insanos). Buscan alimentos obtenidos sin pesticidas ni abonos artificiales. Mucho menos aceptan conservantes o colorantes en su alimentación y por supuesto no quieren ni oír hablar de alimentos transgénicos. Llegan a rechazar todos estos alimentos sin sustituirlos por otros que puedan proporcionar los nutrientes necesarios al organismo. Este rechazo y negación a consumir determinados productos les causan carencias nutricionales que les pueden provocar carencia de vitaminas y oligoelementos, anemias, hipotensión, predisposición a la infección, o dificultades en la cicatrización de heridas. Su obsesión por lo que ellos consideran “comer sano” les lleva incluso a apartarse de los demás que no se alimentan de la misma forma conduciéndoles a un aislamiento social de difícil salida. Todo ello constituye una situación patológica que precisa atención siquiatrica.

Una enfermedad todavía por aceptar.

            El termino de ortorexia nerviosa fue acuñado por el Dr Steve Bratman, médico que practicó las llamadas medicinas alternativas, y toda una variedad de métodos dietéticos, hasta que se dio cuenta de los errores cometidos por el comportamiento obsesivo de algunos de sus pacientes. Entonces abandonó la práctica de estas medicinas, y escribió un libro en que describía esta obsesión, y las consecuencias que habían padecido algunos de sus pacientes. Al poco tiempo el prestigioso New York Times le dedicó un artículo consagrando el término, aunque no estuviese aceptado por la comunidad médica.

            Según este autor, la ortorexia estaría relacionada con otros trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia...), y parece frecuente que pacientes recuperados de una anorexia, se vuelvan obsesivos con la calidad de lo que comen, su origen, y sus supuestas cualidades “naturales”.

            Por otro lado la incidencia de esta nueva enfermedad (si es que se acaba de aceptar como tal) es muy baja, al menos en los casos extremos que necesitan asistencia médica. Probablemente menos del 1% de los trastornos de la alimentación podrían incluirse en este apartado.

¿Nueva enfermedad u otros motivos?

            Actualmente la existencia o no de esta enfermedad como tal, está en debate entre los especialistas. Algunos quieren buscar alguna otra explicación al hecho de acuñar este término. El que el Dr Steve Bratman, padre del concepto, proceda de la medicina alternativa, tenga registrado el nombre de la enfermedad y su correspondiente página web parece pesar en la incredulidad de más de un especialista...

            Pero lo que si es un hecho, sobradamente probado, es que una correcta alimentación es parte fundamental de los hábitos de vida saludable. Sin embargo son demasiado frecuentes los mitos, las verdades a medias, los errores y las imprecisiones en este campo. Esta desinformación, bientencionada en muchas ocasiones, puede llevar a algunos pacientes a actitudes extremas muy peligrosas. Por otro lado, aunque la alimentación sea fundamental para disfrutar de una vida saludable, no es correcto concederle poderes que no tiene. Es bien sabido que si es desequilibrada constituye un factor de riesgo de numerosas enfermedades, pero pocas enfermedades tienen su origen exclusivamente en lo que comemos, en cuanto comemos, o en cómo lo comemos. Por ello es fundamental llevar un dieta variada, equilibrada, y ajustada a nuestras necesidades. Una obsesión desmedida por la alimentación sana puede ser contraproducente, y volviendo a citar al Profesor Grande-Covián, no deberíamos olvidar que “el mito de la alimentación natural consiste, a fin de cuentas, en atribuir a los llamados alimentos naturales propiedades que son de hecho sobrenaturales, sin posible explicación racional”.

Para saber mas:

·      Grande Covián F. Nutrición y Salud. ISBN 84-226-2730-2

·      Unhealthy Obsessions with Healthy Foods. New York Times. Feb 27, 2001

·      Bratman S. Knight D. Health food junkies: Overcoming the obssesion with healthful eating. ISBN 0-7679-0630-6

·      Sanfont N. La ortorexia, una desordenada obsesión por comer alimentos sanos. Diario Médico. 9 de noviembre de 2001.

·      www.orthorexia.com

© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos.
D José María Alonso Herreros.
Jefe de Unidad de Farmacia Horpitalaria del Hospital General de Murcia.

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