Vitamina C y efectos sobre la
mortalidad general.
El papel de los antioxidantes en determinadas enfermedades crónicas,
como alteraciones cardiovasculares o cáncer, está
en continua controversia. Se puede extraer de estudios publicados
en los últimos años que una alta ingesta de antioxidantes
en la dieta proporciona un papel protector frente a la aparición
de alteraciones cardiovasculares o cáncer, aunque los datos
que se han obtenido no pueden considerarse totalmente concluyentes.
El ácido ascórbico (vitamina C) juega
un papel importante en muchos procesos biológicos, como la
eliminación de radicales libres, síntesis de colágeno
y hormonas o la protección de membranas lipídicas.
Si bien existen estudios en los que se ha relacionado al ácido
ascórbico con una menor incidencia de cáncer o alteraciones
cardiovasculares, no existe una homogeneidad en cuanto a la concentración
de ácido ascórbico protectora o a la magnitud de esa
relación.
Debido a esa ausencia de estudios bien diseñados
se presenta este trabajo, publicado recientemente, en el que se
realizó un estudio prospectivo analizando la relación
entre las concentraciones plasmáticas de ácido ascórbico
y la incidencia de mortalidad debida a alteraciones cardiovasculares,
infarto o cáncer tanto en hombres como en mujeres.
Se realizó un estudio prospectivo durante
cuatro años en el que se incluyeron a 19.496 sujetos con
edades comprendidas entre 45 y 79 años. Los participantes
rellenaron un cuestionario sobre su estado de salud y su estilo
de vida y fue-
ron examinados con una visita clínica. Se realizó
un seguimiento durante cuatro años sobre las causas de muerte
de los participantes. Se clasificó a los participantes en
quintiles según las concentraciones plasmáticas de
ácido ascórbico.
Se registró que las concentraciones plasmáticas
de ácido ascórbico resultaron inversamente proporcionales
al riesgo de muerte por cualquier causa, y en especial por alteraciones
cardiovasculares o infarto, tanto en hombres como en mujeres. El
riesgo de muerte en aquellos individuos pertenecientes al quintil
con mayores concentraciones de ácido ascórbico fue
prácticamente de la mitad respecto a los del quintil más
bajo. Se determinó que incrementos de 20 pmol/l en las concentraciones
plasmáticas de ácido ascórbico, equivalente
a un incremento de 50 g en la ingesta diaria de vegetales o frutas,
se asoció a una disminución de, aproximadamente, el
200/o en el riesgo de muerte, independientemente de la edad, presión
arterial, niveles de colesterol, hábito de fumar o diabetes.
Se registró también una relación inversamente
proporcional entre las concentraciones de ácido ascórbico
y el riesgo de cáncer en hombres, aunque no en mujeres.
Existen varias explicaciones posibles que aclaren
el papel del ácido ascórbico en la reducción
de la mortalidad. La existencia previa de una patología o
hábito de fumar puede producir una disminución de
los valores de ácido ascórbico. En este trabajo, los
individuos con historial de alteraciones cardiovasculares, diabetes
o fumadores tenían niveles más bajos de ácido
ascórbico. Sin embargo, en el análisis se excluyeron
aquelíos sujetos con insuficiencia cardíaca, infarto
o cáncer y la relación de los niveles de ácido
ascórbico con la mortalidad no cambió tras la exclusión
de diabéticos y fumadores.
Los autores concluyen que según los datos
recogidos, si bien el modo en que puede afectar una ingesta de suplementos
de ácido ascórbico todavía no ha sido establecido,
sí parece cierto que un pequeño incremento en la ingesta
diaria de fruta y vegetales (una pieza por día) puede proporcionar
una buena protección frente a la aparición de enfermedades
y que una modificación de la dieta en este sentido podría
ser beneficioso.
Khaw KT, Bingham S, Welch A, et al. Relation between
piasma ascorbic acid and mortality in meo and women in EPICNorfolk
prospective study: a prospective population study Lancet 2001; 357:
657-63.
Panorama Actual del Medicamento: 2001;(242):249-360
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