Cómo mama el bebé
La posición del bebé al pecho y la forma en la que succiona son
los factores más importantes para obtener un buen vaciado de la
glándula mamaria, que a su vez determina la producción de más leche.
El bebé no succiona del pezón, el bebé pone dentro de su boca
gran parte de la aréola en la que se encuentran los senos lactiferos,
que al ser comprimidos
por los movimientos de la lengua contra el paladar hacen que la
leche salga hacia la porción posterior de la boca, para que esto
sea cómodo para el bebé, al ponerlo a mamar debe abrir mucho la
boca y debe estar situado de forma que esté cómodo: ha de estar
con la columna vertebral recta alineada y orientada hacia el mismo
lugar que la cabeza, es decir, hacia la madre.
La posición correcta hace que la cabeza pueda estar extendida un
poco hacia atrás. Al inicio de la mamada el bebé succiona con mucha
rapidez produciendo el reflejo de "bajada de la leche", que hace
que la presión en el interior de la glándula mamaria aumente por
el aporte que se hace de leche desde todas las porciones de la glándula.
Este reflejo puede variar de una mujer a otra y de una mamada a
otra, yendo desde mujeres en las que el bebé debe hacer un gran
trabajo en el vaciado posterior, hasta aquellas mujeres que al amamantar
de un pecho notan la salida a chorro de leche por el otro lado.
Una vez se ha producido este reflejo, la succión se hace más lenta
(el bebé empieza a tragar la leche que está saliendo) y con movimientos
más profundos.
Puede haber periodos de pausa en los movimientos, incluso el bebé
puede parecer dormido, reanudando los movimientos al intentar quitarlo.
© Mifarmacia.es. Departamento de contenidos
|