Cuidados tiernos para los más
Pequeños
La fragilidad de los bebés despierta
en nosotros, los adultos, un gran instinto protector. Ser madre,
o padre, hace que quieras lo mejor para tu hijo. Por eso lo rodeas
de cuidados y caricias para que crezca sano y feliz.
Desde Alcon nos gustaría contribuir a la salud de tu bebé
con algunas recomendaciones sobre la higiene ocular que esperamos
encuentres de utilidad. Por que queremos ayudarte a cuidar los
ojos de los que más quieres.
Los ojos: Un cuidado especial
En el cuidado diario de tu bebé, los ojos
son una parte muy importante por su especial sensibilidad. Por
todo ello requieren una higiene aséptica e inocua.
En los primeros años de su
vida, los niños producen mucha más mucosidad que
los adultos, tanto de nariz, como de sistema respiratorio y ojos.
Así, es habitual que incluso en ausencia de una conjuntivitis,
algunos se despierten con más legañas, de la misma
manera de la misma manera que encontramos resto de moco desecado
en las fosas nasales.
En estos casos es aconsejable limpiar
los párpados con las toallitas
estériles que también pueden ser útiles
para la delicada piel, de la nariz. Así conseguirás
una correcta limpieza ocular y nasal para tu hijo.
Molestias más frecuentes
Lagrimales obstruidos
Los lagrimales obstruidos son muy frecuentes en
el bebé. Se manifiestan por la constante presencia de lágrimas
y legañas, que no pueden fluir de modo natural por los
conductos de drenaje que van desde el ojo hasta el interior de
la nariz. No obstante tu pediatra te indicará si el lagrimal
de tu bebé está obstruido y el mejor tratamiento
a seguir.
Con el tiempo, la obstrucción
lagrimal desaparece espontaneamente. Ésto se suele producir,
en un 90% de los casos, durante el primer año de vida del
niño.
¿ qué
hacer ?
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Lavar
los ojos del bebé con suero
fisiológico, una o dos veces, para limpiar su interior
de residuos legañosos. |
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Realizar
un suave masaje en la pared de la nariz próxima al
ojo, donde se encuentra el lagrimal, durante cinco minutos.
Así se facilita el paso de la lágrima desde
el ojo hasta la nariz. |
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Limpiar
párpados y pestañas delicadamente con toallitas
estériles, eliminando los restos de legañas
y bacterias presentes en el exterior de los ojos. |
Este proceso se
repite dos o tres veces al día y permite prevenir las infecciones
en la mayor parte de los casos.
La Conjuntivitis
La conjuntivitis es
la inflamación de la conjuntiva, es decir, del tejido que
recubre la superficie blanca del ojo. Por esta razón el
ojo del bebé se vuelve rojo y produce más lagrimeo
y legañas. Las legañas por su parte son moco que
se ha desecado en mayor o menor grado.
La conjuntivitis, es frecuente en el bebé y en el niño.
Todos los virus y bacterias son nuevos para él y su pequeño
cuerpo debe aprender a luchar contra todo tipo de infección.
No te asustes si la conjuntivitis se produce varias veces, especialmente
durante el invierno. En caso de duda consulta con tu pediatra.
¿ qué
hacer ?
Por las mañanas, después
de dormir, las legañas son más secas y pegan los
párpados entre sí, lo que impide abrir los ojos.
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Nunca debe intentarse
abrirlos en seco. Para facilitar su limpieza, ,es recomendable
usar toallitas
estériles, que permiten humedecer la superficie
del ojo en condiciones de esterilidad, reblandeciendo las
adherencias sin dañar la delicada piel del bebé. |
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Durante el día,
la conjuntivitis suele producir gran cantidad de legaña.
Es aconsejable limpiar ojos y párpados con toallitas
estériles tres veces al día, hasta la resolución
de la conjuntivitis. |
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