Ojo Seco

Síntomas del ojo seco

"Cuando trabajo delante del ordenador o miro la televisión me escuecen y pican los ojos"
"Con frecuencia tengo la sensación de tener arena en los ojos"
"Por las mañanas me levanto con los párpados pegados y abro los ojos con dificultad"

Estos son los síntomas del ojo seco, también denominado síndrome sicca, síndrome de falta de lágrimas y queratoconjuntivitis sicca (sicca = seco). El ojo seco no es una enfermedad "moderna", pues los síntomas característicos ya se describieron en la Antigüedad grecorromana. No obstante, determinados factores de la civilización han fomentado su propagación de forma significativa.

El ojo seco suele ser causa de dolor y malestar y puede limitar tanto la actividad profesional como personal del paciente. La falta de tratamiento o un tratamiento incorrecto pueden producir lesiones graves en la córnea y la conjuntiva, y un diagnóstico exacto sólo es posible con métodos oftalmológicos.

Muchos pacientes se automedican sin consultar al oftalmólogo. El uso de un fármaco no apropiado como, por ejemplo, un vasoconstrictor, puede producir molestias y agravar el cuadro clínico, mientras que la aplicación de lágrimas artificiales alivia los síntomas y tiene un efecto regenerador.

¿Por qué es necesario el líquido lagrimal?

El líquido lagrimal está compuesto por tres capas que protegen y nutren la córnea, carente de vasos. Este líquido contiene sustancias antibacterianas propias del cuerpo como, por ejemplo, la lisozima. El líquido lagrimal se compone de la capa de lípidos, la capa acuosa y la capa de mucina. Para mantener el ojo húmedo, el ser humano parpadea de 8 a 12 veces por minuto. El parpadeo distribuye el líquido lagrimal por la superficie ocular de forma continua. Si no existiera el líquido lagrimal sobre la córnea clara, ésta se secaría y produciría alteraciones de la calidad de la visión.

Capa de lípidos: La capa exterior del líquido lagrimal es una capa de lípidos (aceitosa) muy fina que protege el ojo contra la evaporación del líquido lagrimal
Capa acuosa: La capa acuosa se genera continuamente en pequeñas cantidades. En el caso de emociones fuertes (alegría, tristeza) o si un cuerpo extraño irrita la superficie ocular, las glándulas lagrimales (situadas en la parte superior del globo ocular) producen rápidamente grandes cantidades de líquido lagrimal, es decir, producen un lagrimeo reflejo.

Capa de mucina: Esta capa fina es la responsable de mantener el líquido lagrimal adherido a la conjuntiva y la córnea.

¿Qué es el ojo seco?

En el ojo seco, el lagrimeo reflejo se mantiene casi inalterado, pero el flujo lagrimal es, por regla general, demasiado reducido. La mayoría de los pacientes con ojo seco producen lágrimas, pero el líquido lagrimal no es estable y no cubre el ojo de forma suficiente, de modo que las células de la conjuntiva y la cornea pueden secarse y destruirse.

• Trabajo ante la pantalla del ordenador
• Corrientes de aire seco producidas por aparatos de aire acondicionado
  
• Humo del tabaco
  
• Daños medioambientales como, por ejemplo, a la capa de ozono
  
• Rayos UV
  
• Lentes de contacto
  
• Estrés psíquico
  

• Reumatismo (síndrome de Sjögren)
  
• Diabetes
  
• Alteraciones de los párpados como incongruencia o cierre insuficiente
  
• Cambios hormonales durante la menopausia
  
• Píldora anticonceptiva
  
• Fármacos como la benzodiacepina, hipotensores, neurolépticos, antidepresivos, somníferos y tranquilizantes
  
• En la vejez: Actividad reducida de las glándulas lagrimales
  

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